Conecta con una autoestima sana
Cuando pienso en la autoestima no puedo evitar que me surja una sonrisa e imaginarme en la comodidad de mi casa, en el confort de mi hogar. Me imagino paseando por ella, con el pijama y las zapatillas de estar por casa, con la coleta a medio hacer o acurrucada en mi manta. Y así siento que es disfrutar de una autoestima sana, sentirte cómoda contigo misma, en la comodidad de ser aceptada y querida en toda tu complejidad, aceptar y querer cada parte de ti, en el confort de sentirte segura y sostenida en tu refugio interno.
Pero ¿cómo sentirme cómoda conmigo misma?, ¿cómo sentirme segura, sentida y querida si no me conozco, si me tengo miedo, sino me acerco a mí, a cada rincón de mi casa, de mi hogar, de mi cuerpo?
Acércate a ti, a conocerte.
Quererte, amarte, pasa por conocerte, por saber que hay en ti, en las cosas que haces y en las que no, en la forma que tienes de verte, de mirarte.
Acércate, ve observando cómo te has ido construyendo, las huellas que la familia, los amigos, las relaciones, la sociedad, las creencias y experiencias de la vida han dejado en ti. Observa qué te hace llorar, reír, qué te emociona de la vida, qué te enfada, qué te angustia. Acércate a ti, a conocerte, conocer tus cualidades y lo que te limita.
Observa así tu casa, acércate a ella, a conocerla, a conocer cómo se ha ido construyendo, cuáles son sus cimientos.
Acércate a ti, conócete y ofrécete la oportunidad
de saber cómo te has ido construyendo,
cuáles son los cimientos que hay en ti
Renueva tu espacio
La autoestima, al igual que una casa, siempre va a requerir de nuestra atención e ir cambiando con la vida, por lo que habrá momentos en que tengas que revisar tu casa.
Revisa tu espacio cuando no te sientas cómoda en ti o en tu propio cuerpo, cuando llegue el malestar o la incomodidad. Revisa tu hogar, es momento de hacer cambios en la decoración de tu casa.
Quizás encuentres cosas que ya no necesitas y que están ocupando un lugar innecesario. Quizás las prioridades han cambiado y tengas que cambiar algún mueble de lugar. Quizás necesites dejar que la luz entre por otro lado, cambiar las puertas y ventanas, quizás necesites ampliar el espacio.
Revisa si hay algo que soltar en ti, algo que ya no necesitas, si tus prioridades han cambiado, si necesitas mirar desde otro ángulo, ampliar tu perspectiva, si necesitas ampliar el espacio que hay en ti.
Sé flexible y date la oportunidad de actualizarte con la vida
La vida está en constante cambio y tú formas parte de ella y de ese cambio. La autoestima te da la oportunidad de verlo y cambiar con ella, te da la oportunidad de revisar y renovar tu casa.
Permítete actualizarte, cambiar con la vida sin aferrarte a una identidad, sabiendo que la identidad la vamos construyendo a cada momento, con cada pequeño gesto, con cada pequeña anotación. La autoestima te da la oportunidad de cambiar y adaptarte con más flexibilidad a las circunstancias. No te quedes atrapada en una casa vieja y obsoleta que ya no se ajusta a tus necesidades.
Acepta al ser humano que eres.
La autoestima te permite conectar con el ser humano que eres, verte en tu complejidad y abrazar la vulnerabilidad que hay en ti. Abraza tus partes más vulnerables, las partes que te puedan incomodar o las que menos te gusten de ti y dedícales atención, observalas con ternura.
Quizás no tengas la mejor casa, ni la más grande, ni la más bonita, pero es la casa en la que te has ido construyendo, la que te ha refugiado de la lluvia, del frío, del miedo y eso la hace hermosa, hecha e ideal para ti.
Llevar una mirada calidad y amable hacia nosotros,
nos conecta con el calor del hogar
Confía en ti.
Cuanto más te acerques a ti, observándote con calidez y aceptándote en toda tu complejidad, más podrás permitirte confiar en ti y en tu intuición.
Podrás ver que esto es un baile y podrás bailar suelta en tu propia casa, sin importar cómo lo hagas, si te caes o no, bailando a tu propio ritmo. Pues la autoestima va de eso, de bailar y moverte libremente por tu casa, aunque haya tropiezos.
La autoestima te permite confiar en ti, en que tienes ese superpoder de acompañarte, de estar ahí contigo, aunque las circunstancias sean difíciles o la vida se complique.
La autoestima te da la oportunidad de confiar en ti
y en todos los recursos que tienes esperándote
No estás solo
Cuando tengo mi casa limpia y cuidada no me avergüenzo de enseñarla, invito a otros seres a visitarla. Y eso es lo que te permite la autoestima, limpiar y cuidar tu casa. Querer enseñar cada rincón y compartir todo lo que hay en ella. Por lo que la autoestima no es ser egoísta y dedicarte solo a ti, significa que puedes dar más a los demás, pues cuanto más tienes, más puedes dar.
Y así, cuando te permites conectar con el amor,
este se expande, se extiende
y llega a otras personas y a otros seres
Cuida tu casa y responsabilízate de ti
La autoestima te permite responsabilizarte del cuidado, de los cimientos y la decoración de tu casa. Esto significa tomar las riendas de tu vida y hacerte cargo de tu proceso, sin excusas, con una actitud abierta y curiosa que te lleven a la acción.
Encuentra tu brújula.
La autoestima te permite conectar con aquello que te hace sentirte en calma, plena y satisfecha, te ayuda a discernir qué emociones quieres cultivar en ti y hacia dónde dirigir tu vida. Conectándote con el hacer desde el ser, esto es, haciendo lo que realmente quieres hacer. Y esto, a veces, puede significar tomarte un descanso y, otras veces, ponerte a barrer, no por que tengas que ser siempre productiva, sino porque te gusta y te hace feliz barrer y tener tu casa limpia.
0 comentarios